¿Cómo hacer salsa blanca sin grumos?

Si sos de las que no les sale la salsa blanca -también llamada salsa bechamel-, estás de suerte, porque hoy te vamos a contar los secretos para que te quede per-fec-ta.

Primero que nada:
Las cantidades de ingredientes varían, según lo que se vaya a preparar. Para sopas (liviana), para salsas (media), para soufflé (espesa, para croquetas o rellenos (muy espesa).

Ingredientes:
– Liviana: 1 cda de manteca, 1 cda de harina, 1 taza de leche y ½ cta de sal.
– Media: 2 cdas de manteca, 2 cdas de harina, 1 taza de leche y ½ cta de sal.
– Espesa: 2 cdas de manteca, 3 cdas de harina, 1 taza de leche y ½ cta de sal.
– Muy espesa: 2 cdas de manteca, 4 cdas de harina, 1 taza de leche y ½ cta de sal.
Opcional: nuez moscada y laurel.

Preparación:
– Llevar una sartén al fuego y añadir la manteca. Cuanto se funda, agregar la harina y revolver formando un roux o una pasta.
– Una vez que esté bien mezclada la harina y la manteca, ir agregando la leche sin dejar de revolver. En este momento reemplazar la cuchara de madera por un batidor de alambre, así ayuda a evitar grumos. La clave del éxito es ir incorporando la leche de a poco, para que no haya cambios bruscos de temperatura. Siempre revolviendo sin parar, haciendo movimientos circulares o dibujando ochos en la sartén sobre el fuego, para que la salsa esté siempre en movimiento. Luego de unos minutos la salsa toma cuerpo y queda bien cremosa.
– Cuando se haya agregado toda la leche, añadir la sal a gusto. La receta clásica lleva un toque de nuez moscada.
Tips:
– No incorporar la leche fría de la heladera, el cambio brusco de temperatura puede hacer que se formen grumos. Usarla tibia o a temperatura ambiente.
– Usar un batidor de alambre en vez de una cucharada de madera cuando empiece a espesar.
– Tamizar la harina pasándola por un colador, así queda bien fina.
– Si aparecen los grumos, se puede recurrir a la batidora y después devolver la salsa ya ligera a la sartén y continuar con la elaboración.
– Para guardar, cubrirla con film en contacto, para evitar que se haga una costra.