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Mi hijo no gana peso: ¿cuáles son los mejores alimentos para darle?



Si tu hijo tiene poco peso y le cuesta aumentarlo, esta nota es para vos. Enterate de todas las preparaciones que lo pueden ayudar a crecer fuerte y sano. 

Si bien la obesidad infantil es una de las mayores preocupaciones de padres y pediatras, hay casos en los que los chicos no aumentan lo suficiente de peso. Ser papá de un chico que no logra subir de peso puede ser frustrante y cada comida, una fuente de estrés. Por eso, aprovechar desayuno, almuerzo, merienda y cena para darle alimentos que lo ayuden, pero que al mismo tiempo lo nutran y sean saludables es todo un desafío.

La forma de hacer el diagnóstico de bajo peso se realiza mediante las curvas de crecimiento (de peso y talla) que utiliza el pediatra en cada consulta. Existen distintos factores que pueden hacer que tu hijo esté por debajo de la curva esperada. Sean cuestiones de la genética familiar o un cuadro de bajo apetito por otras cuestiones, será el médico quien determine la terapéutica indicada y, en todo caso, te indicará si tenés que ofrecerle alguna dieta especial.

Es necesario desarrollar la imaginación para ofrecerles alimentos que los nutran sin llenarlos de azúcar o harinas (que es lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en alimentos para ganar peso).  Más allá de las metas de aumento de peso que pueda darte el médico, es todo un arte encontrarle la vuelta. Tenemos que encontrar alimentos saludables que no aporten gran volumen a su alimentación habitual y en algunos casos que no modifiquen el gusto de lo que el niño está habituado a comer. Por suerte, existen varios tipos de alimentos que podemos darle a nuestro pequeño con bajo peso, independientemente de la edad que tenga; siempre lo ayudará a crecer sano y fuerza.

-Palta

Esta fruta aporta grasas saludables que son necesarias para impulsar el correcto desarrollo físico y mental que necesitan los chicos. La palta lo ayudará sin dudas a alimentarse de una forma saludable y lo mejor es que se puede comer sola, en tostadas o en ensaladas.

– Lácteos

Aunque tiene ciertos retractores, la leche y sus derivados son excelentes para que tus hijos crezcan sanos y, gracias a su alto contenido en calcio, también ayudará al fortalecimiento de sus huesos. Se recomiendan entre tres y cuatro porciones de lácteos por día. En casos especiales se puede usar la leche en polvo para enriquecer de calorías distintas preparaciones.

– Huevos

Son un alimento cargado de proteínas y muy fácil de preparar de miles de formas para que tus hijos no se aburran nunca de comerlos. Revueltos, poché, duros, en tartas o tortillas. Para el desayuno o para alguna comida, las posibilidades son infinitas.

– Carnes

Los cortes de carne menos grasos son los más recomendables. En ellos encontrarás una fuente excelente de proteínas, calcio y grasas saludables que se consiguen solo en este tipo de cortes.

– Dulces saludables

Frutas de todos los colores, acompañadas con miel, yogur, cereales. Como colación, como postre, en el desayuno, en jugos o licuados. Todas las opciones son válidas. Las frutas desecadas (pasas de uva, ciruelas, orejones, etc.) también son excelentes opciones de alto contenido calórico.

– Frutas secas (nueces, almendras, avellanas)

Son rápidas para comer en la merienda, pero también pueden mezclarse en diferentes preparaciones, o incluso en ensaladas. Le aportarán a tu hijo hidratos de carbono complejos que asociados a las grasas de excelente calidad que tienen los hace una opción superpráctica y saludable.

– Pastas

Mezcla las pastas con distintas salsas que contengan verduras, carnes, crema, legumbres o incluílas en ensaladas para que el cuerpo las metabolice de forma saludable. Si podés agregarles queso rallado, mejor. Cada cucharada de queso tiene 100 calorías.

– Granos y cereales

Los cereales son los grandes aliados de los desayunos saludables. Cereales integrales o cualquiera que puedas comprar en tu supermercado, a los que se les puede agregar avena para darles un mayor aporte de energía.

– Aceite de oliva para cargar tus platos y así cubrir las necesidades de grasas saludables de origen vegetal.

Si bien los niños no suelen estar muy acostumbrados a consumirla también se pueden utilizar los aceites de maíz o girasol. Al no sumar volumen en las comidas son una opción viable para mezclar con todo tipo de alimentos

Por lo tanto, más allá de este listado, no te olvides de que hay varias formas de hacer más calóricos los platos que prepares, sin necesidad de convertirlos en grasosos y poco saludables. Consultá siempre con tu pediatra y según su evaluación no dudes en solicitarle una eventual derivación al nutricionista para así seguir explorando opciones de comidas y preparaciones que más le convengan a tu hijo.

19 de febrero, 2019