SAL OCULTA EN LOS ALIMENTOS
Los avances tecnológicos permitieron que la industria alimentaria ofreciera una creciente
variedad de productos en los últimos tiempos. Muchos de ellos son fáciles, prácticos de preparar y pueden ser útiles en ocasiones que estemos apurados o querramos salir del paso.
Sin embargo, todo lo que se consume en exceso puede traer consecuencias para la salud. Tal es el caso de estos productos ultraprocesados; que tienen elevadas cantidades de sodio que hacen que aumente su durabilidad en el tiempo y que no se echen a perder con rapidez. Este sodio, suele llamarse sodio oculto, porque se encuentra tanto en productos dulces como salados.
Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud aconsejan limitar el consumo diario de sodio a 2000mg, lo que equivale a 5 gr de sal. De esta forma se pretende mejorar los niveles de tensión arterial de la población, ya que en Argentina, 1 de cada 3 personas presenta Hipertensión arterial según lo revelado por la Encuesta Nacional de
Nutrición y Salud (ENNyS) del año pasado. Además, las últimas encuestas manifiestan que los argentinos consumimos más del doble de la recomendación de sal diaria, y estudios mencionan que el 75% de esa sal corresponde a productos industrializados.
Es por esto, que si bien es importante reducir el consumo de sal e incursionar en otras especias como orégano, pimienta, ajo, pimentón, perejil u otros condimentos como vinagre o limón; también es importante moderar el consumo diario de productos alimentarios e incrementar el consumo de alimentos frescos como legumbres secas, frutas, verduras, carnes frescas y lácteos. En contrapartida, reducir la ingesta de fiambres, snacks, embutidos, paté, productos de pastelería y panificados, golosinas, galletitas dulces y saladas, enlatados y alimentos congelados. Estos productos, tengan o no gusto salado, presentan elevadas cantidades de sodio oculto que no es conveniente consumir en grandes cantidades.